Tomar el sol sin protección pasa factura en nuestra salud

Los peligros de tomar el sol sin protección

Un hombre toma el sol en una playa de Málaga. / PIQUI SÁNCHEZ.

Un hombre toma el sol en una playa de Málaga. / PIQUI SÁNCHEZ.

El sol es un activo fundamental, y sirve, a menudo, de reclamo para los turistas. Pese a sus evidentes beneficios, a los que hay que sumar un gran aporte de vitamina D, fundamental para prevenir enfermedades como la osteoporosis, el sol puede convertirse en un peligro si no se toman las precauciones necesarias.

La provincia de Cádiz es una de las que más horas de sol recibe en España. Este dato suele ir aparejado al del número de detecciones de cáncer de piel por ciudadano. Manuel Alcaraz, dermatólogo, afirma que en los últimos años se ha experimentado un aumento considerable del número de este tipo de cánceres. La exposición al sol de manera inadecuada es considerada una de las principales causas para desarrollar cualquier tipo de lesión sobre la piel.

Según la Sociedad Española de Oncología Médica, en España se producen 3.062 defunciones al año a causa del cáncer de piel, con una edad media de 73 años. Los malos hábitos a la hora de recibir los rayos del sol están propiciando un aumento considerable del número de casos diagnosticados.

Entre las causas de este aumento se encuentran, por un lado, el consumo excesivo y prolongado de baños de sol, sobre todo en las horas de mayor incidencia, acompañado, además, de productos orientados a acelerar o perpetuar el bronceado, una práctica muy extendida en los últimos años. Por otra parte, la disminución progresiva de la capa de ozono hace que la protección frente a los rayos ultravioleta sea menor.

Para evitar que el consumo de sol durante el verano conlleve el riesgo de contraer carcinoma o melanoma, la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) enuncia una serie de recomendaciones para poder disfrutarlo sin peligro.

Se aconseja no abusar del sol, especialmente en las horas de mayor incidencia, comprendidas entre las 12:00 y las 16:00. Esta es, sin embargo, la práctica más habitual entre el veraneante. "Esto no significa que no se pueda ir a la playa durante esta franja horaria, sino que hay que extremar las precauciones", explica Cristina Sancho, coordinadora de la Asociación Española Contra el Cáncer de Cádiz. Según los datos de la propia asociación, el 38% de los jóvenes españoles afirman quemarse "siempre" o "a menudo". Además, ésta es la franja horaria preferida por los jóvenes (43%) para disfrutar de la playa.

Es imprescindible protegerse de las radiaciones solares, ya sea mediante protectores físicos, como sombreros, sombrillas y camisetas o mediante cremas, sprays y demás productos que protejan la piel frente la acción del sol. Es necesario que estos productos sean fotoestables, resistentes al agua y frente a rayos UVA y UVB. Sobre todo, es importante escoger el tipo de protección adecuada para cada piel.

En relación al factor de protección, la coordinadora de la Asociación Española Contra el Cáncer en Cádiz recomienda no utilizar una crema con un índice inferior a 30. La protección solar es un elemento indispensable para poder disfrutar de manera segura del sol, a pesar de que, según datos de la AECC, existe un 20% de la población que confiesa no utilizar nunca ninguna crema protectora.

A la hora de aplicar la crema o protector solar, la AECC recomienda aplicarla media hora antes de la exposición al sol, además de evitar complementarla con productos que contengan alcohol, como perfumes o desodorantes. Se deberá aplicar sobre una piel hidratada y sin maquillaje, así como repetir la aplicación del producto después de cada baño.

Junto a estos protectores que ayudan a adquirir únicamente los beneficios producidos por el sol, en el mercado suelen ofrecerse otros que, además de no proteger la piel, ayudan a que los efectos negativos del sol se acentúen. "Productos como algunos aceites son claramente perjudiciales para la salud", afirma el dermatólogo Manuel Alcaraz. Cristina Sancho explica que, pese a su influencia directa contra la salud, es difícil que se regule su comercialización debido a que no se consideran productos tóxicos.

Los denominados baños de sol irracionales que abundan en la actualidad con el objetivo de alcanzar un alto nivel de bronceado en poco tiempo pueden acarrear un peligroso riesgo cancerígeno. El deseo, sobre todo entre la juventud, de adquirir un bronceado rápido se puede volver una práctica peligrosa e irreversible para su salud.

Otro colectivo especialmente vulnerable a los rayos del sol son los turistas extranjeros, especialmente del norte de Europa. Sus rasgos de piel, cabello y ojos claros los sitúa entre el grupo de mayor riesgo frente al sol. Además, por las características de su estancia, suelen permanecer largas horas en las playas buscando un bronceado rápido.

"El daño es irreversible para aquellas personas que no hayan tomado las protecciones adecuadas a la hora de tomar el sol", indica Cristina Sancho. La piel que sufre la incidencia dañina de los rayos solares guardará para siempre el daño recibido. "La piel tiene memoria". Las quemaduras son un ejemplo de esta memoria de la piel. A pesar de ser una consecuencia habitual entre la población veraneante, los efectos de sufrirlas no quedan exclusivamente en su superación inmediata. "Los efectos de este tipo de lesiones pueden aparecer a los diez años", explican en la AECC. La quemadura común producida por el sol provoca un daño sobre la piel que la hace más propensa al desarrollo de un cáncer.

Miguel Aguilar

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