Betis Baloncesto

Ganar en Lleida aunque sea por equivocación, reto del Betis Baloncesto

  • El conjunto de Savignani, tras dos derrotas por un punto, busca dejar de ser colista en solitario de la LEB Oro y despertar en el Barris Nord con el segundo triunfo del curso 

Hanzlik y Dedovic, durante un entrenamiento en San Pablo.

Hanzlik y Dedovic, durante un entrenamiento en San Pablo. / Betis Baloncesto

Asusta mirar la clasificación de la LEB Oro y ver al Betis Baloncesto colista de la categoría tras ocho jornadas. No es casual ni un accidente después, sino la consecuencia de una planificación en dos fases en la que el grupo Xoy trató de remendar a contrarreloj el deficiente proyecto iniciado desde la entidad heliopolitana y que ya se ha llevado por delante a Javi Carrasco y a dos jugadores extracomunitarios que han salido de la entidad. Un triunfo y siete derrotas, las últimas cuatro de forma consecutiva y las dos más recientes con Bruno Savignani en el banquillo, es el balance del equipo obligado a reaccionar ya, a ganar aunque sea por equivocación en el Barris Nord ante el Força Lleida (21:00).

Cierto es que en la mayoría de esos tropiezos bien pudo caer la moneda cara, pero la pelotita decide. El acierto, la calidad (del rival o la falta de ella propia) y la ausencia de un líder en la pista han acabado condenando una y otra vez a un conjunto que, por ejemplo, ha perdido dos partidos por un punto; otro, por dos; uno más por cuatro puntos; y dos, por seis. Compite el cuadro verdiblanco casi siempre, pero no remata. Ya van 17 jugadores los utilizados –y será alguno más durante el curso– y dos técnicos, con Iván Déniz, el entrenador de Libertadores de Querétaro preparando las maletas para venir en diciembre, cuando acabe la liga en México, para echar una mano todavía no se sabe en condición de qué. No será por dejadez de los propietarios, pero lo cierto es que los resultados no llegan y la situación empieza a ser crítica por mucho que propios y extraños vayan diciendo que el Betis remontará y que estará en los play off –lo separan apenas tres victorias–, pero la liga no espera a nadie, las jornadas pasan y la realidad es que el Betis Baloncesto es último de la LEB Oro.

El colista visita esta noche tierras ilerdenses para medirse con un rival que es décimo con tres triunfos y cinco derrotas, la última en su desplazamiento a Valladolid (80-74). Pero en casa se hace fuerte el plantel catalán, que ha ganado en su pabellón sus tres partidos y sólo ha perdido ante el sorprendente Tizona Burgos. En Lérida cayeron el Gipuzkoa, el Melilla y el TAU Castelló, superando en estos dos últimos envites los 95 puntos anotados, lo que refleja uno de las fortalezas del cuadro del joven técnico Gerard Encuentra, que combina juventud y veteranía en su vestuario.

La experiencia la ponen el ex ACB Javi Vega, un ala-pívot con buena mano desde el triple que en las seis últimas campañas ha sido clave en la LEB Oro en el San Pablo Burgos y el Leyma Coruña, o el alero lituano Matulionis, que afronta su novena campaña en la categoría. A ellos se suman el poder anotador del internacional portugués Brito, que pasó por el CB Morón en LEB Plata, del estadounidense Kenneth Hasbrouck, clave en la permanencia la pasada campaña del Cáceres; además del base canterano de Estudiantes Nacho Arroyo como piezas claves a los que se ha sumado hace poco el ex bético Krutwig, que encontró acomodo en el Lleida tras ser cortado en el conjunto verdiblanco, al que se medirá con ganas de revancha.

Con todo, ahora los máximos anotadores son el escolta Jaume Lobo (13,5 puntos de media), que es duda por unas molestias, y el interior Kuath (13,2), que pone el físico en la pintura y medirá a un Ismael Romero venido a menos las últimas semanas. No se termina de adaptar el cubano al juego y al arbitraje de España y se carga demasiado pronto de faltas pasando mucho tiempo en el banquillo. Al menso desde la jornada anterior tiene en Berzins un sustituto, pero el letón debutó en Orense lanzando sólo desde el triple restando valor a sus 2,12 metros por dentro.

Jordan Barnes, sin deslumbrar, va entendiendo que como director de juego debe asistir más que lanzar, algo de debería aplicarse también un Rogic que ataca de forma atropellada demasiadas veces para ser el segundo jugador de la competición que más pérdidas comete. Pérdidas que con esos marcadores tan ajustados significan a menudo la diferencia entre ganar o perder.

Como los errores en el tiro libre. El 68,8% de efectividad es una cifra que daña la vista y que evidencia la calidad de una plantilla que hoy por hoy está muy por debajo de lo esperado y de ese ambicioso objetivo del ascenso pregonado incluso siendo colista por Armando Guerrero, director deportivo. Será imposible pensar en esa posibilidad si Rakocevic sigue fuera de los partidos lejos del nivel que se le presupone, si Joaquín Rodríguez no da el paso adelante esperado o si Polanco no se erige como el deseado líder de un Betis que necesita ganar, aunque sea por equivocación.

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