Ladies Football Club | Crítica de teatro

Un homenaje a las pioneras del fútbol femenino

Peris-Mencheta con el gran equipo femenino que ha reunido para su Ladies Football Club.

Peris-Mencheta con el gran equipo femenino que ha reunido para su Ladies Football Club. / Bárbara Sánchez Palomero

Hace algunos años, Sergio Peris-Mencheta encontró un auténtico filón en la escritura del florentino Stefano Massini. Especialmente en su exitosa Lehman Trilogy, que pasó por el Teatro Central a finales de 2018. En su escritura, un relato a base de monólogos, encontró el director la libertad que necesitaba para trabajar como más le gusta: con un ritmo trepidante y con actores que se dirigen directamente al público.

En Ladies Footbol Club se repite la fórmula para contar la historia de unas mujeres que, durante la Primera Guerra Mundial, tuvieron que sustituir a sus maridos en las fábricas londinenses, muchas de ellas reconvertidas en fábricas de armamento; de ahí que tuvieran las manos amarillas debido a las sustancias que manejaban y que fueran conocidas como las “munitionettes”.

En las pausas de su trabajo, estas mujeres empezaron a jugar a la pelota y muy pronto acabaron formando un equipo de fútbol que las llevó a las portadas de todos los periódicos, sacándolas del ostracismo en el que vivían y ayudando al naciente movimiento feminista inglés.

El esquema es prácticamente el mismo, solo que Lehman Trilogy abarcaba más de un siglo de historia, desde que el primer Lehman emigró a los EEUU en el XIX, hasta que la caída de la Lehman Brothers originó en 2008 la mayor crisis financiera de los últimos tiempos. Es decir, abarcaba (en tres horas) toda la gestación del capitalismo salvaje que hoy nos domina, mientras que la pieza que nos ocupa se centra en 1917 y 1918, cuando el fin de la guerra devolvió a casa a los maridos y se prohibió el fútbol femenino -atentaba contra su fertilidad, adujeron- nada menos que hasta 1971.

Una historia más sencilla, sin duda, a pesar de todas sus implicaciones sociales y psicológicas, que no justifican, en nuestra opinión, las dos horas y media de su metraje.

Dicho esto, hay que subrayar que Ladies Football Club, convertido en un alegre musical gracias a las composiciones de Litus Ruiz, es un montaje absolutamente impecable, empezando por una imponente escenografía, que permite trabajar a diferentes niveles y llevar a cabo sorpresivas apariciones.

Pero lo mejor, sin duda, es el admirable trabajo coral de las once actrices que, sabiamente dirigidas por Peris-Mencheta, son capaces de moverse como auténticas deportistas, cantar e incluso tocar algunos instrumentos, amén de interpretar con pocos respiros unos textos, algo superficiales y repetitivos, pero llenos de ironía y de efectividad.

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