La acumulación de sarro es el problema bucodental más habitual entre los españoles y, en general, entre las personas de todo el mundo. De hecho, si no se trata adecuadamente, puede originar la aparición de enfermedades en las encías e, incluso, la pérdida de piezas dentales que terminan por deteriorar la mordida y la estética de la sonrisa.

Pero ¿qué es exactamente el sarro? En este artículo lo vamos a explicar. Pero no solo eso. También daremos algunas recomendaciones acerca de cómo prevenirlo y eliminarlo llegado el momento.

¿Qué es el sarro?

El sarro es el nombre común con el que se conoce al cálculo dental, es decir, a la acumulación y endurecimiento de la placa bacteriana que se genera entre los dientes. Las únicas personas capacitadas para proceder a su eliminación son los higienistas dentales y los odontólogos, quienes poseen las herramientas y los materiales necesarios para hacerlo de forma segura. En Elegirclinica es posible encontrar una gran variedad de centros especializados que garantizan resultados óptimos.

La placa bacteriana no es más que una especie de “película adhesiva” que se pega a los dientes y que está compuesta por restos de alimentos y bacterias. Con el paso del tiempo, si no se elimina, se endurece y ataca el esmalte de los dientes y las encías, hasta tal punto que puede provocar caries, gingivitis y periodontitis.

¿Cómo eliminar el sarro?

Hay personas que recurren a Internet y a remedios caseros para eliminar el sarro acumulado en sus dientes. No obstante, se trata de prácticas nada recomendables, ya que pueden ocasionar lesiones muy graves en los dientes y las encías.

Por norma general, los expertos aconsejan ir al dentista una o dos veces al año, en función del estado de salud de la boca del paciente. Es habitual proceder a una limpieza bucodental que elimine el sarro acumulado en cada una de estas visitas.

¿Es posible evitar la aparición de sarro?

Por suerte, la respuesta es sí. Al menos, en la mayoría de los casos. Para ello, es fundamental llevar a cabo un cepillado regular. Ha de hacerse, al menos, tres veces al día, aunque lo ideal es proceder a ello después de cada comida. Además, el cepillado debe durar unos dos minutos y, si es posible, realizarse con un cepillo eléctrico de cerdas suaves y cabezal pequeño que alcance todas las áreas de la boca.

La elección de una buena pasta de dientes y el uso de hilo dental y/o cepillos interdentales también es clave para evitar la formación de placa bacteriana entre los dientes. Lo mismo sucede con los enjuagues bucales o colutorios, que deben contener propiedades antisépticas.

Por su parte, el consumo de tabaco juega un papel clave en la formación de sarro. Lo mismo ocurre con la dieta. La ingesta de alimentos azucarados ha de limitarse a su mínima expresión, ya que producen ácidos dañinos que fomentan la formación de sarro y el deterioro del esmalte.

En definitiva, vigilar, controlar y eliminar el sarro es imprescindible para gozar de una buena salud bucodental, pero solo un especialista puede llevar a cabo su eliminación con seguridad.