Excursión fácil, corta y prácticamente llana. Ideal para hacerla en familia y disfrutar con los más pequeños de los Lagos del Serrano, así como de la flora y fauna de esta zona próxima a la localidad de El Ronquillo, en la Sierra Norte de Sevilla.

El punto de partida está a las afuera de la localidad, a 2,4 kilómetros del municipio siguiendo la N-630 en dirección a Santa Olalla del Cala. En el kilómetro 766, cerca de una casilla de los peones camineros, hay un carril de tierra que sale a la derecha. Podremos dejar el coche por aquí. Veremos un panel informativo que nos explica cómo es la ruta y las posibles combinaciones que podemos hacer, ya que hay varios senderos locales que pasan por esta zona. El nuestro lo balizan las marcas del SL-A 209.

Estos carteles marcan el inicio de la ruta.

Arrancamos yendo al norte y siguiendo en paralelo la carretera en dirección a Santa Olalla del Cala. Ignoramos el primer camino que llega por la derecha, ya que éste será nuestro retorno. A unos 500 metros, ahora sí, doblamos a la derecha. El carril avanza en suave descenso entre los vallados de varias parcelas. A nuestra izquierda veremos unos cerros, entre ellos destaca El Calamón (si nos fijamos en los carteles de los cruces que nos encontraremos un poco más adelante, podremos ver las indicaciones para conectar con el sendero que se aproxima a esa loma).

El recorrido en este tramo es siempre en línea recta. Puede que nos resulte un poco monótono. Sólo los perros que saldrán a nuestro encuentro tras los cercados nos sacarán del aburrimiento. Por aquí, nos toparemos con tres cruces: en todos ellos seguimos de frente.

Ojo a los carteles indicativos. Nos dejarán claro por dónde ir en los cruces.

Al poco de la última intersección, intuiremos ya al fondo los Lagos del Serrano. Antes de acercarnos, debemos girar a la derecha en ángulo recto y, tras unos 400 metros, llegamos a una parte más adehesada y con unas vistas muy agradables del entorno. Hasta aquí hemos andado unos 3,6 kilómetros.

Los Lagos del Serrano.

El Embalse de Cala es un lugar que cada vez que se visita tiene un aspecto muy diferente, ya sea por la estación o por la cantidad de agua que tenga el pantano. Si miramos a la derecha, veremos el recorrido de otro sendero que describimos hace poco: la ruta circular de los Brezales-Umbría de Santa Fe.

Admirado el paisaje, iniciamos el retorno. El camino de vuelta es más bonito. Nos apartaremos un rato de la civilización por una senda en ascenso que desplegará ante nosotros abundantes encinas, aulagas y flores silvestres. En primavera es muy bonito pasear por aquí, pues todo estará muy colorido. Tendremos también ocasión de ver conejos o hasta perdices cruzándose delante de nosotros.

El camino serpentea en su avance por la Sierra Clara.

Desde el embalse hasta el final de la ruta, también vamos a ir en línea recta prácticamente. A un kilómetro de los Lagos del Serrano, cruzamos un camino de cemento y, desde aquí, notaremos algo más de inclinación en la subida. En esta zona, el sendero se estrechará y serpenteará un poco. Es la parte de más valor ecológico de esta Sierra Clara.

Además de la bella vegetación, veremos conejos y perdices cruzándose.

En el último kilómetro de marcha volveremos a ver fincas a los lados. Así alcanzaremos el inicio de esta circular, justo en el punto del cartel del informativo y de donde hemos aparcado el coche.

Como se puede apreciar en esta descripción, es un recorrido muy sencillo, sin complejidad alguna e ideal para hacerlo en familia. Su atractivo es el embalse y el tramo final por la Sierra Clara. Si nos parece demasiado poco, podemos combinar esta ruta con otros dos senderos locales: Los Cachones (SL-A 100) y El Calamón (SL-A 208).