Se sale de la Plaza de la Virgen de las Huertas
Los primeros metros recorren el municipio.
Vistas de La Puebla de los Infantes desde su castillo.
Por aquí se empiezan a dejar atrás las casas.
Precaución en esta zona porque hay que hacer un par de giros de 90º
La vereda es muy ondulada, con subidas y bajadas.
Una bella dehesa nos irá acompañando en el primer tramo.
La sierra colindante con la Puebla de los Infantes.
De vez en cuando nos aguardan pequeños repechos en ascenso.
La Puebla de los Infantes vista desde el camino.
El sendero va tomando cierta altura y brinda hermosas estampas.
La primera mitad es más montañosa.
En este cruce llegamos a una carretera.
Toca seguir esta carretera al menos dos kilómetros.
El ganado a los lados del recorrido.
En una curva de la carretera veremos una pista de tierra en ascenso. Debemos subir por ahí.
Arriba del cerro ya podemos ver el embalse.
Tras la bifurcación con el Mirador de Las Palomas, el sendero se estrecha.
La bajada al embalse en quizá la zona más bonita, pero ojo porque el descenso es pronunciado.
La vegetación en la bajada es muy densa. El suelo puede estar embarrado.
Esta escultura marca el inicio del término de La Puebla de los Infantes y el final de la bajada.
Hay que cruzar la carretera
El siguiente tramo es junto al embalse.
El camino es muy agradable en esta zona.
Hay tramos con sombra, pero no hay que confiarse.
Al final del embalse toca tomar el arcén de la carretera hasta volver al pueblo.
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