Aunque el sendero en sí es muy sencillo, las vistas merecen la pena.
Inicio de la ruta. El camino deja atrás las últimas casas de El Pedroso.
Ganado en los primeros tramos de la ruta.
Una de las muchas cancelas que hay que atravesar.
Estos postes indican la ruta.
La pista inicial es ancha y muy llana.
Fotos de postal gracias al bonito paisaje.
Cuando alcancemos este olivar, quedará poco para girar a la derecha y seguir el curso del arroyo.
Una flecha amarilla marca un giro brusco a la derecha. A partir de aquí, el sendero se hace más estrecho.
Nuestra meta es el Arroyo de las Cañas
El Arroyo de las Cañas, a la izquierda, entre la maleza.
Los cerdos, junto a la cerca que delimita el camino.
En el tramo intermedio, la sombra es más abundante.
Una señal indica la incorporación al cordel Cantillana-El Pedroso, inicio del tramo final.
El final es el Santuario de Nuestra Señora del Espino
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